Las aduanas como soporte del comercio exterior
“Estamos asistiendo en Uruguay en estos años a un proceso de transformación, de cambio, pero sobre todo de confianza en el proceso de cambio. De certeza que hay trazado un rumbo y que ese rumbo es compartido, entendido. Si no es compartido, es esencialmente respetado por los actores que es necesario que respeten y crean en este tipo de procesos para que tengan éxito”, reflexionó el ministro Lorenzo.
El jerarca aseguró que el comercio exterior evoluciona. Más allá de la dinámica de volumen, las realidades comerciales les están imponiendo a las administraciones aduaneras de los países, cada vez más sofisticados y diversos mandatos, indicó.
“Hoy a la Aduana se le encomienda participar de la preservación de un conjunto cada vez más amplio de bienes públicos que tienen que ver con el cumplimiento de las obligaciones como contribuyentes y como ciudadanos, pero también con la seguridad, el respeto a normativas y estándares internacionales que forman parte de todo el soporte de cooperación del trabajo entre los países”, añadió.
“Las aduanas empiezan a ser un soporte cada vez más diverso y amplio sobre áreas fundamentales de lo que podríamos llamar la inserción internacional de nuestros países. En estos últimos años, aquí en Uruguay le pedimos a la DNA que ayude a que el comercio sea cada vez más fluido, barato y eficiente, que ocupe menos tiempos, dé garantías y confiabilidad a todo aquel que quiera operar en el comercio exterior”, sostuvo. Eso implica un conjunto de transformaciones que constituyen un proceso que debe acompañarse de soportes.
“Es indispensable que el sector privado entienda el mensaje, participe activamente, sea escuchado, pero al mismo tiempo entienda que el liderazgo, en términos institucionales y el liderazgo en la orientación de las políticas le competen a la administración. Pero sin la confianza en este proceso por parte de los operadores privados, sin aceptar el reto de hacerlo mejor, también en el ámbito de lo privado, es muy difícil que el esfuerzo de lo público pueda alcanzar para ofrecerle a nuestros países lo que necesitan”, expresó.
Implica, además, capacitación de recursos humanos y la existencia de un soporte jurídico sólido, aspectos en los que se trabajo.
Por su parte, Enrique Canon se refirió a la modernización aduanera. Dijo que debe atender la experiencia y los conocimientos que puedan aportar funcionarios y operadores públicos y privados de comercio exterior cuyos intereses son conjugables.
El jerarca habló del desarrollo y las ventanas de oportunidad, de los cambios modernizadores dentro de la Dirección de Aduanas que lidera y en las distintas organizaciones mundiales. “Mientras esta transformación se concretaba, se gestaron relaciones de socios mutuamente beneficiosas y de respeto, aún en la discrepancia”, sostuvo.
