Ambos países comparten una visión de apertura al comercio exterior. Ambos son países pequeños que necesitan mercados internacionales e inversión extranjera para impulsar su crecimiento desarrollo económico. Tanto en Chile como en Uruguay el sector externo representa cerca del 60% de la economía.
El tratado de libre comercio entre ambas naciones fue firmado en octubre de 2016 y es una oportunidad única para desarrollar esa visión y satisfacer esas necesidades económicas.
A Uruguay le resulta de suma importancia la ratificación de este acuerdo para poder dar una señal de apertura que surge de parte de un país hermano con el cual ya se posee una histórica relación económica y comercial.
Estas negociaciónes no surgieron de la nada. Se iniciaron en febrero de 2016 y tomaron cuatro rondas de conversaciones además de la revisión legal de los textos.Y fue a causa de este enfoque tan profesional que se logró un buen acuerdo, el cual es balanceado y beneficioso para ambas naciones .
De ahí que ratificar este acuerdo también implica un reconocimiento a este esfuerzo técnico-político de los dos países.
